Curso de Magia con Velas y Velones

¿Qué convierte a tu vela en una vela mágica?
Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.
ELEANOR ROOSEVELT
Hasta este punto hemos visto todo lo que necesitamos saber para elaborar una vela desde el punto cero, cómo elegir el tipo de cera, la mecha adecuada, el molde, como decorarla, etc.
Sin embargo, la diferencia entre una vela común destinada a iluminar solamente y tu vela mágica estriba en que desde el mismo momento en que la piensas antes de hacerla, ya le estás imprimiendo tu energía así como durante el proceso de fabricación. Mientras la fabricas debes tener en tu mente el objetivo claro para el que se va a destinar esa vela y ello la dotará de la energía precisa que casará con ese objetivo mágico y luego de fabricarla, cuando la vela se encienda es cuando va a comenzar a liberar toda esa energía.
Ahora bien, no sólo esto es importante a la hora de dotar de magia a tu vela. Al elegir el color que va con tu propósito va a potenciar su poder, así como si le ponemos aceites, hierbas, flores, semillas etc.
También es posible potenciar la vela dándole una forma determinada que irá en función del objetivo mágico que se quiera conseguir. Sin embargo lo más usual es utilizar formas geométricas comunes:
Velas tubulares o circulares: Son apropiadas para la realización, también como protección, rituales con el sol y la luna (aunque en esto también interviene el color dorado para el sol y plateado para la luna), y para todo tipo de hechizos.
Velas cuadradas: Tiene que ver con la magia de la tierra, para anclarse a ella y representa a la mente consciente, la salud, la confianza, la verdad, etc.
Velas triangulares: Representan la energía vital, la triple conexión del cuerpo con la mente y el espíritu y son apropiadas también para rituales de fertilidad y sexualidad.
Esto son claramente sólo algunos ejemplos, luego en el mercado encontrarás sobre todo en tiendas esotéricas velas con formas peculiares que variarán según el objetivo al que vayan destinadas.