Ritual de Protección
¿Alguna vez has sentido que estabas estupendamente, alegre, sin malestares físicos, sin emociones negativas y de pronto los sentimientos giran y te llenas de ira, te duele la cabeza, o tienes rigidez muscular o algún otro tipo de malestar y de un plumazo se te esfuma la alegría?
Hay algo que debéis entender, siempre estamos rodeados de otras energías, otras entidades, que no siempre son benéficas. Cuando estas entidades nos están afectando nos succionan la energía dejándonos completamente agotados. El hecho de que no puedas verlas no significa que no existan. ¿Verdad?
Esto lo saben bien las brujitas y todas las personas que en cierta forma caminan entre dos mundos.
Cuando tomas conciencia de que necesitas este tipo de protección, el primer paso es aprender lo que es la visualización. Para esto solo la práctica es efectiva, un día y otro día.
Debes respirar hondo varias veces, llenar tus pulmones lentamente, cierra tus ojos mientras lo haces y expulsa muy despacio el aire.
Cuando notas que ya te has relajado es el momento de protegerte con tu escudo. Lo ideal es que cada mañana en una rutina diaria te lo vistas y aprendas a convivir con él.
Para ello vamos a llevar nuestra respiración hasta el centro de nuestro corazón. Ahí visualizaremos una bola de luz blanca que brilla con intensidad.
Cuando la tienes bien fija en tu pensamiento imagina un tubo de luz que sale de esa gran bola y sale por tu cabeza hasta el firmamento, y allí se conecta con la energía del Padre Creador. Esa energía vuelve a nosotros por ese mismo tubo hasta nuestro corazón.
Luego imaginarás otro tubo de luz que sale del corazón a lo largo de la columna vertebral y por ambas piernas hasta llegar al suelo se dirigirá y hacia el centro de la tierra la vas a llevar.
Con la energía del núcleo central la vas a cargar y por el mismo camino de retorno la vuelves a llevar hasta que llegue de nuevo en esa dirección directa a tu corazón.
Ahora tu luz interior es poderosa pues tiene el Poder de Tres, el del Padre de todo lo que es, la energía telúrica de la Madre Tierra que todo lo llena y la de tu propio Ser Superior que anida en tu corazón.
Respira hondo nuevamente y fija este pensamiento en tu mente.
Expande tu luz interior hasta llenar todo tu ser, que no quede ni un milímetro por iluminar para que el mal no pueda anidar.
Luego expande tu luz interior nuevamente hacia fuera de tu cuerpo y mente, y enciérrate en una esfera luminosa, fuerte y poderosa.
De color blanco será para otorgarte la invisibilidad, y otra a su alrededor de color rosa para que el amor llene tu vida hermosa.
Otra capa de color azul celeste la va a rodear para que tu vida en ese instante pueda sanar y una dorada será la siguiente para que tengas lucidez y equilibre tu mente.
Y ya para terminar de color morado la vas a rodear. Este color tendrá dos funciones, la energía positiva va a dejar pasar y tu escudo se reforzará, la energía negativa la va a transmutar y al universo la enviará.
Pero si te ves en caso de extrema necesidad tu escudo puedes reforzar, dibuja en la parte superior un pentagrama y las puertas va a cerrar, solo una pequeña parte de energía entrará y en una única dirección circulará.
Si quieres que tu escudo sea impenetrable dibuja un hexagrama con tu energía interior en la parte superior.
Mas si lo que quieres hacer es atar y contener la energía dibujar un triángulo es lo que yo te diría.
Si notas que ya no lo necesitas, que el peligro ya ha pasado y tu situación ha mejorado puedes bajar la energía o quitarte tu escudo y con sólo pensar o visualizar que el escudo desaparece ya es suficiente.
No olvidéis amigos míos que la energía es poderosa pero el pensamiento lo es más, y allá donde tu lo dirijas la energía lo seguirá.